Por: Dr. Enrique DÍAZ-ARANDA
Después de la reforma
constitucional de 2008 a los arts. 16 y 19 de la CPEUM, se creyó que se acababa
con los problemas conceptuales entre el cuerpo del delito y los elementos del
tipo penal, lo cual tenía una trascendencia mucho mayor porque ello implicaba
determinar cuáles son las pruebas que necesita reunir el Ministerio Público
para poder sostener la imputación que se hace al probable responsable de la
comisión del delito y obtener del juez la orden de aprehensión y/o el auto de
formal prisión. Sin embargo, la tesis aislada con registro 2011026 publicada el
19 de febrero de 2016 (anexa) refleja que con todo y el nuevo proceso penal
acusatorio, seguiremos con el mismo problema que viene desde 1917. En efecto, a
casi un siglo de distancia, hemos confundido figuras procesales (cuerpo del
delito) con sustantivas (elementos del tipo penal) sustituyendo la primera por
la segunda (reforma constitucional de 1993) y después definiendo a la primera
como si fuera la segunda en el art. 168 del Código Federal de Procedimientos
Penales (reforma de 1999) y, sin haber entendido claramente el problema, ahora
se repite el error al considerar que el hecho que la ley señala como delito se
integra con los elementos objetivos, normativos y subjetivos del tipo penal, es
decir ¿estaríamos regresando propiamente a lo dispuesto en los arts. 16 y 19 de
la CPEUM con la reforma de 1993 y al art. 168 del Código Federal de
Procedimientos Penales en 1994? sólo que ahora ¿estaríamos sustituyendo
elementos del tipo penal por el hecho que la ley señala como delito? Una
concepción como la anterior generaría problemas importantísimos como los ya
experimentados entre 1994-1999 y, además, por ejemplo, si al final del proceso
no se acreditara la conducta típica del que cometió el delito de homicidio,
entonces tendríamos que decir que no hubo un hecho que la ley señala como delito
y si esto fuera así ¿qué le diríamos a los deudos? ¡su pariente fue privado de
la vida pero no hay un hecho que la ley señala como delito porque no lo pudimos
probar! y, segunda consecuencia, no sólo se deberá absolver al acusado a quien
no se pudo probar su comisión sino también en automático ¡absolver a los
participes! pues el hecho base no estaría acreditado.
El problema es tan
importante que, después de diversas investigaciones previas, me dediqué dos
años extras exclusivamente a su estudio y análisis en el Instituto Max Planck
de Derecho Penal Extranjero e Internacional, en Friburgo, Alemania, para llegar
a la conclusión de que el hecho que la ley señala como delito es propiamente el hecho prohibido por el Derecho penal,
ello se basa en una interpretación sistemática, histórica y teleológica del
sistema jurídico mexicano. Así, el hecho prohibido por la ley penal se puede
identificar con claridad si lo visualizamos desde la perspectiva de la víctima
y/o sujeto pasivo, por ejemplo, el hecho que la ley prohíbe en un homicidio es
el que: una persona sea privada de la vida; en el robo: el que una persona sea
desapoderada de su bien sin su consentimiento; en la violación: el que a una
persona le sea impuesta la copula por medio de la violencia física o moral sin
su consentimiento, etc. Por otra parte, será al momento de determinar quién
cometió el delito cuando se analice si el imputado/acusado realizó la conducta (acción
u omisión) típica (con sus tres elementos: objetivos, normativos y subjetivos) antijurídica
y culpable, si comprobamos lo anterior podremos sostener que el acusado cometió
el delito, pero si falta alguna de las tres categorías (por alguna causa de
atipicidad, justificación o inculpabilidad) deberá absolverse, pero esto último
no excluye el hecho prohibido por la ley penal. Los alcances de la propuesta
anterior se pueden establecer con el siguiente ejemplo: si una persona fue
privada de la vida (hecho prohibido) por un niño de diez años, éste último
deberá quedar absuelto, pese a que cometió la conducta típica y antijurídica,
por una excluyente de la culpabilidad, pero ello no excluiría la condena de quienes
participaron (coautores, autores mediatos, partícipes, etc.) en la comisión del
injusto.
La postura anterior
implicaría un cambio importantísimo no sólo en la estructura de la formulación
de la imputación y posterior acusación del Ministerio Público o Fiscal y en las
resoluciones judiciales, sino también en los datos que establezcan o comprueben
cada una de esas figuras, con el grado de prueba que cada etapa procesal
requiera. Un profundo análisis de todo lo anterior que parte desde lo dispuesto
en la Constitución de 1857 hasta nuestros días y de las repercusiones que está
teniendo en los Estados que ya han implementado el nuevo proceso y las que tendrá
en la práctica con la inminente entrada en vigor en todo el país del CNPP el 18
de junio de este año, lo he realizado en mi libro : DÍAZ ARANDA, Enrique y
Claus Roxin. Teoría del caso y del delito en el Proceso Penal Acusatorio. Editorial
Straf, Instituto Internacional de Excelencia e Instituto Profesional Educativo
del Sureste, México, 2015. 622 Págs. ISBN 970-07-5673-3, el cual se puede
adquirir a través de la página www.straf.org
¡Es tiempo de intercambiar
puntos de vista! y tratar de llegar a criterios de interpretación, cuando menos
mayoritarios, que impida un nuevo fracaso del sistema de justicia penal en
nuestro querido país.
Para adquirir las obras
completas del Dr. Enrique Díaz-Aranda visita la página. http://bit.ly/LibrosDrEnrique
Época: Décima Época
Registro: 2011026
Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis:
Aislada
Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación
Libro 27, Febrero
de 2016, Tomo III
Materia(s): Penal
Tesis: XXVII.3o.20
P (10a.)
Página: 2025
AUTO
DE VINCULACIÓN A PROCESO. PARA QUE EL JUEZ DE CONTROL PUEDA DETERMINAR SI EL
HECHO IMPUTADO POR EL MINISTERIO PÚBLICO AL ACUSADO ES O NO CONSTITUTIVO DE
DELITO, DEBE ANALIZAR LOS ELEMENTOS DE LA DESCRIPCIÓN TÍPICA DEL ILÍCITO CORRESPONDIENTE,
ESTO ES, SUS ELEMENTOS OBJETIVOS, NORMATIVOS Y SUBJETIVOS.
De
la interpretación armónica de los artículos 19 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y 316, fracción III, del Código Nacional de
Procedimientos Penales, se colige que para el dictado de un auto de vinculación
a proceso, es necesario que de los antecedentes de investigación expuestos por
el Ministerio Público se adviertan datos de prueba (indicios razonables) que
establezcan que se ha cometido un hecho que la ley señale como delito y exista
la probabilidad de que el imputado lo cometió o participó en su comisión. Ahora
bien, lo anterior no puede lograrse sin antes determinar el delito, es decir,
la conducta típica, antijurídica y culpable prevista por el legislador como
merecedora de una sanción penal. Esto es así, porque si no se establece con
precisión el ilícito con todos los elementos normativos y subjetivos
específicos que lo integran, esa circunstancia provoca que no se esté en
aptitud de determinar si el hecho extraído de los datos de prueba encuadra como
delito, pues es necesario que el Juez de control conozca cuál es el ilícito
materia de la imputación, lo que implica -inmediata o intrínsecamente- que éste
efectúe un análisis de los elementos de la descripción típica del delito
correspondiente, esto es, sus elementos objetivos, normativos y subjetivos
específicos previstos en la ley, que le permitan calificar si los hechos que el
Ministerio Público imputa al acusado son o no constitutivos de delito y, posteriormente,
determinar con base en aquéllos si se desprenden indicios razonables que
permitan suponer que efectivamente se cometió, lo que no se logra, sin antes
analizar los elementos mencionados; máxime que este estudio contribuye al
respeto del derecho de defensa del inculpado y crea seguridad jurídica,
incluso, conlleva que se prepare adecuadamente la defensa para desvanecer la
imputación o la pena que pretenda imponerse en la etapa del juicio
correspondiente.
TERCER
TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SÉPTIMO CIRCUITO.
Amparo
en revisión 175/2015. 7 de septiembre de 2015. Unanimidad de votos. Ponente:
Juan Ramón Rodríguez Minaya. Secretario: José Luis Orduña Aguilera.
Esta
tesis se publicó el viernes 19 de febrero de 2016 a las 10:15 horas en el
Semanario Judicial de la Federación.
ENTONCES EN EL FEMINICIDIO??? NO HAY DELITO??? NO ESTA PREVISTO COMO DELITO NI GRAVE EN EL ARTICULO 19 CONSTITUCIONAL.?? COMO ESTA TRABAJANDO CIUDAD JUAREZ??, CON LAS MUERTAS DE JUAREZ??? TODOS LOS FEMINICIDAS SE VAN LIBRES??? SIN PRISION PREVENTIVA?? ENFRENTAN SU DELITO EN LIBERTAD???, Y AL FINAL SALEN ABSUELTOS, PORQUE NO ESTA PREVISTO COMO DELITO GRAVE??, NI COMO FEMINICIIO EN EL ARTICULO 19 CONSTITUCIONAL??. BUENO MAESTRO ES UNA DUDA, QUE TENGO DESDE LAS MUERTAS DE JUAREZ, Y DE TODOS LOS HOMICIDIOS A MUJERES EN MI ESTADO DE TAMAULIPAS, EN REALIDAD ESPANTOSO, COMO LO ES EL DESMEMBRAMIENTO DE PARTES DEL CUERPO, CON TODA LA SAÑA DEL MUNDO.
ResponderBorrarLa conducta va inmersa en el verbo rector de la figura tipica, empezar a solicitar la creditacion de otros elementos, seria volver al sistema tradicional disfrazado de oralidad
ResponderBorrarLa conducta va inmersa en el verbo rector de la figura tipica, empezar a solicitar la creditacion de otros elementos, seria volver al sistema tradicional disfrazado de oralidad
ResponderBorrarLa tesis confunde y pasa por alto citerios ya antiguos de diferencia sobre el cuerpo del delito y delito. En ese sentido ya hay criterios que decían que delito son todos los elementos del delito (objetivos, subjetivos y normativos) y cuerpo del delito no. Soy de la idea que cuerpo del delito y hecho que la ley señala como delito es lo mismo, pues cuerpo del delito son los elementos objetivos de la descripción típica, y los subjetivos cuando la descripción lo pida. Ejemplo el fraude necesita de un elemento subjetivo necesario para el cuerpo de ese delito (engaño), y el objetivo (lucro), pero será hasta la sentencia definitiva que se estudien todos los elementos (objeto material, circunstancias de lugar etc). De ahí que en el hecho que la ley señala como delito es lo mismo, pues pensar que solo son los elementos objetivos sería suficiente que cualquier lucro podría vincularse como fraude, y si fueran todos los elementos se dictaría una sentencia definitiva y no un auto de vinculación.
ResponderBorrarMuy buen artículo Doctor¡
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